Cuando una entrevista sale mal, solemos quedarnos con un mal sabor de boca. En este post te explicamos qué puedes hacer para solucionarlo.
1. Respira hondo
Piensa objetivamente y determina si esos errores afectarán el resultado de la entrevista. Ten en cuenta que tu impresión puede diferir de la del entrevistador. En estas situaciones, si te dirijes al entrevistador de inmediato y resaltas lo que crees que salió mal, estarás cavando un hoyo más profundo.
En este caso, es una buena idea hablar de ello con otra persona para que te dé perspectiva. También te ayudará a determinar exactamente qué salió mal.
2. Mantén el contacto con el reclutador
Siempre es una recomendable enviar un correo electrónico de agradecimiento al reclutador después de la entrevista.
Si lo consideras apropiado, también podrías utilizar este mensaje como una oportunidad para agregar valor a tu aplicación si no pudiste transmitir tus ideas claramente. Sé específico.
En algunas ocasiones, también puedes pedir una segunda oportunidad. Pídela únicamente si crees que realmente es necesario, PERO asegúrate de brillar la próxima entrevista, valora el tiempo del entrevistador.
3. No te disculpes demasiado
No sabes qué impresión se llevó el reclutador de tus errores, así que evita recordarle los aspectos menos positivos de la entrevista.
4. Tómatelo como una oportunidad de aprendizaje
Incluso si te preparaste la entrevista minuciosamente, pueden ocurrir imprevistos.
No te castigues.
Mira el lado positivo y aprende de lo que salió mal para que puedas hacerlo mejor la próxima vez.
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